martes, 9 de julio de 2013

“LO QUE SÉ”

“LO QUE SÉ”



Kirk Douglas (nació en Issur Danielovitch, Rusia: И́сер Даниело́вич; Diciembre 9, 1916) Actor y productor de cine.
Así contestó Kirk Douglas a los 96 años, el cuestionario que conforma la excelente sección de la revista Esquire titulada.
“LO QUE SÉ”





“Mis hijos no tuvieron las ventajas que tuve yo en mi infancia: cuando uno viene de la pobreza más abyecta, no hay otra dirección adonde ir que no sea hacia arriba”.

Sé que el amor es más hondo a medida que uno se hace más viejo.
Sé que todo el mundo tiene ego.
Sé que, por más que a los judíos nos enseñen a leer en hebreo, no entendemos un carajo de lo que estamos leyendo. Cuanto más estudio la Torá menos religioso me vuelvo, y más espiritual quizá. En el último Yom Kippur opté por la traducción al inglés y descubrí que Dios no necesita que le cantemos alabanzas sino que seamos mejores como personas.
Sé que cada hijo es diferente y que hay que darles poca soga, sugerir y aconsejarlos así como dejarlos cometer sus propios errores no sin antes recordarles de hacerse responsables de sus actos asumiendo las consecuencias derivadoas de esto.
Sé que, el que no quiere y valora a sus padres, es un ser muy infeliz, y lo será toda su vida pobrecillo de el, no quisiera estar en su lugar. Como explicará a sus hijos que no quiere a sus padres. Ellos devolverán de la misma manera. Para pensar ¿no?
Sé que, el respeto y el amor a los padres jamás se debe perder por ninguna razón, a ellos les debemos todo, por más errores que hayan cometido, les debemos perdonar , no nos alcanza la vida para pagarles, estamos vivos por ellos, se entiende? soy padre y tengo hijos.
Sé que, a veces, lo que te compromete te libera. Yo no quería ser actor de cine. Mi vida era el teatro y la primera vez que me llamaron de Hollywood rechacé el ofrecimiento. Pero entonces nació Michael y hacía falta más dinero, y me vine para acá.
Sé que todo buen aprendizaje termina sólo cuando estás muerto.
Sé que, si un hombre me diera a entender que nunca cometió un pecado en su vida, no me interesaría en lo más mínimo hablar con él.
Sé que, el que odia a una persona por algún motivo, (no importa cual), sólo es porque no sabe perdonar y se genera mas odio interno a si mismo. Penoso y lamentable.
Sé que los musulmanes siguen a Mahoma; los cristianos a Jesús, y los judíos, a Moisés, pero es el mismo Dios, en mi opinión.
Sé que hacer películas es una forma un poco cara de narcisismo.
Sé que los hijos necesitan la misma cercanía física con el padre como con la madre.
Sé que Atrapado sin Salida, fue una gran decepción en mi vida. Compré los derechos para cine, pero nadie quería hacer una película con eso. Entonces pagué para hacerlo en Broadway, pero tampoco. Había una línea en especial en el libro que me parecía inigualable: cuando McMurphy trata de arrancar el lavatorio de la pared delante de los demás internos y no puede. Y todos lo están mirando y él gira hacia ellos y les grita: ‘¡Por lo menos traté!’. Hay días en que pienso que ése debería ser mi epitafio.
Sé que por algo es que la política se ha vuelto una mala palabra.
Sé que hay cosas en la vida que uno nunca logra hacer como Dios manda. Amar, por ejemplo.
He sobrevivido a la caída de un helicóptero, con cirugía vertebral incluida, a un infarto que casi me lleva al suicidio, tengo un marcapasos y problemas en el habla. ¿Y qué? Siempre me digo: la edad está en la cabeza. Es el único antídoto que permite seguir funcionando.
Sé que millones de personas murieron por motivos de poder y económicos: algo anda mal ahí, ¿no?
Sé que esto puede pasar: uno se muere, lo llevan frente a Dios sentado en el trono, uno pregunta si esto es el cielo y Dios responde: "¿El cielo ? De ahí acabas de venir, el infierno tú lo elegiste".
Sé que la única gente que puede destruir Israel son los judíos, porque su obstinación alimenta la división. Como decía aquel chiste en que se encuentran el presidente de los Estados Unidos y el de Israel y éste le dice: ‘Sé que ha de ser difícil ser presidente de 250 millones de personas, pero ¿sabe lo que es ser presidente de cinco millones de presidentes?’
Todo el mundo se la pasa hablando de los viejos tiempos: que las películas eran mejores, que los actores eran superiores, que la gente era más solidaria. Lo único que yo sé de los viejos tiempos es que ya pasaron y no los aproveché.
Sé que pensar un poco en los demás es una manera de distraerse de uno mismo. 
Creo que recién ahora empiezo a saber quién soy. Como si mis virtudes y mis defectos hubiesen estado hirviendo en una olla todos estos años y con el hervor se hubieran ido evaporando y convirtiéndose en humo, y lo que queda en el fondo de la olla es mi esencia, y se parece inquietantemente a aquello con lo que empecé al principio. Eso es lo que sé.

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