martes, 15 de enero de 2013

Cacería de brujas


Cacería de brujas



“No queremos iniciar una cacería de brujas cuando tomemos el poder”. Es la frase excelsa que pronuncia todo político mexicano entrante. En realidad lo que significa es: “Ok, yo no le busco a todas las cochinadas que hiciste, pero tu me dices el sistema para hacerlas, y cuando yo me vaya hacemos lo mismo”.

Y con este acuerdo tradicional, sin importar que el político entrante sea del mismo o de otro partido, todos estos “servidores públicos” (hasta el nombrecito es sarcasmo) saben que nadie les va a fincar responsabilidades de los latrocinios y marranadas que hicieron mientras estuvieron en el poder.

Y esto viene a colación porque en muchas dependencias, y antes de salir del puesto, los administradores y sus jefesotes literalmente se “clavaron” el dinero de los impuestos; específicamente del ISR que se retiene de los pagos de nómina.

Cualquier patrón tiene la obligación de quitarle (“retener”, pa’que no se oiga feo) al empleado el ISR y luego entregar o “enterar” al SAT (que es el cobrón). Y ¡ay de aquel que no lo entere y se lo quede! porque es un delito fiscal que se castiga con cárcel. Entonces el riesgo es muy grande.

Bueno, es riesgo para nosotros… pero no para los Alcaldes, Gobernadores, Diputados y Senadores que acaban de salir, que se lo repartieron en sus aguinaldos o lo consideraron “sobrantes” y se lo gastaron. Pero, ¿que creen?, como son muy buena onda en Hacienda, les perdonaron esa deuda.

¿Que queeee? ¡Sí!, les perdonaron la deuda. Dicen, los que lo autorizaron, que fue porque hubieran tenido que conseguir ooootro préstamo para pagar esas retenciones. O sea que nunca les pasó por la mente cobrarles o por lo menos castigar a quien haya ordenado robarse esa lanototota, porque son “cuates”.

No me queda más que decir con todas sus palabras ¡Que poca madre! De ambos, tanto de los que se lo gastaron, como de los que se los perdonaron.

Si en esta país hubiera el más mínimo concepto de justicia y los ciudadanos tuviéramos pantalones, todos los políticos que salieron estarían durmiendo en la cárcel mas fea del país (que sería cañón decidir cual sería esa). Y hablo de todos los políticos, porque desgraciadamente los pocos que se salvan, ni hacen bulto. Es increíble lo que se robaron en el sexenio pasado los panistas, priístas, perredistas y todos los demás “istas”.

Tan solo en Jalisco, ahora resulta que “debemos” (¿debemos Kimo Sabi?) 1,400 millones de los Juegos Panamericanos. Nunca aclararon en que se los gastaron. Y ahora no hay responsables, pero quieren sacar otro crédito para pagarlos.

Jalisco debe hoy 15 mil millones. Y entre todos los Estados de la República, gobernados por diferentes partidos, se deben más de 400 mil millones de pesos. ¿Y en qué se los gastaron? Pos saaabe. ¿Y quien es el responsable? Nadie. ¿Y quien va a pagar? Usted y yo. Los tarados contribuyentes.

Todo este abuso tiene su raíz en la modificación que hicieron los legisladores en 1986 de la Fracción VII del artículo 73 constitucional que, debidamente modificado, ahora “faculta a los Congresos Estatales para imponer las contribuciones o contraer los adeudos necesarios para cubrir el presupuesto”. O sea que primero roban y gastan sin ton ni son y luego para pagar, aumentan los impuestos, contraen más deuda o reimplantan la tenencia (como en el DF). ¡Y están autorizados por la ley!

¿Ahora ya entienden ustedes por qué los políticos entrantes no castigan a los políticos que salen millonarios? Eso sería una “Ignominiosa cacería de brujas” como las que hacía la Santa Inquisición. Y México es un Estado laico…

Por: Alberto Martinez Vara

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